Hace tiempo que llevo notando entre preocupado y asombrado, como poco a poco para la mayoría de las grandes compañías del sector tecnológico de consumo, clada vez es menos importante la calidad final de sus productos y la satisfacción de sus clientes. La estrategia comercial predominante de estas empresas consiste en mutilar sus propios productos a propósito, sin obtener de ello ningún tipo de ahorro directo en los costes de fabricación, con el objetivo de vendernos al año siguiente un producto que solucionará ese problema pero tendrá otros.
Creo que el pionero en lo de putear a sus clientes (socios y competencia) fue el «gran» Bill Gates. Es el hombre más rico del mundo, y no digo que no tenga derecho a ser multimillonario, pero ni la informática moderna ni Microsoft son solo merito suyo, y dudo que los ordenadores fuesen lo que son, si todo el mundo hubiera sido tan ruin como él. No solo ha perdido juicios en todo el mundo por competencia desleal y abuso de posición dominante desde 1998, sino que incluso trató de chantajear a los gobiernos de EEUU y Dinamarca. Voy a dejarlo aquí, pero M$ tiene historia negra para rato. Ahora parece que están un poco más tranquilitos, porque Gates ya no es el CEO, y porque Linux y Android empiezan a pisar fuerte, pero ahí está por ejemplo el timo de las versiones de Windows gracias a lo que aunque pagues religiosamente te puedes encontrar con que en tu versión solo se permite correr 3 programas simultáneamente o con que no puedes instalar los programas que quieras, y nadie se queja.
En cuanto a la «nueva generación» tenemos la Xbox One de la que empezaron diciendo que si no te conectas cada 24 horas a internet no puedes jugar, solo puedes prestar los juegos una vez, te obligan a comprar kinect, no se puede cambiar el disco duro, hay que pagar por jugar online, y de postre restricciones territoriales de funcionamiento y la segunda mano va a tener unas tasas determinadas por cada editora. Ahora parece que se han vuelto atrás con algunas cosas, pero ¿Que os apostáis a que vuelven a la carga? y es solo para ganar tiempo. Por otro lado está la PS4, iban de chicos buenos en el E3, pero de momento ya sabemos que también podrán impedir la segunda mano, y conociendo a Sony…
Luego tenemos la hornada de Microprocesadores Intel de este año (Haswell): Prácticamente sin aumento de potencia de trabajo respecto a los del año pasado (Ivy Bridge), sin corregir porque no les da la gana el conocido problema de la pasta térmica de muy baja calidad en la unión de la die con el IHS (limita overlock y vida del procesador). Eso sí, han cambiado de socket, para no tener que competir con sus propios procesadores del año pasado y de paso para fastidiar un poco a sus usuarios que quieran actualizarse. De sus competidores AMD, mejor no hablar, siempre con promesas, pero un año más aparecen sin nada que merezca la pena.
No quiero extenderme mucho más con más quejas y quejas, pero por ejemplo en la gama alta de móviles, no hay ninguno al que no se le pueda poner un pero, o la cámara es muy inferior a la del resto, o tenemos baterías fijas no intercambiables, o no aceptan aumentos de memoria a través de micro-usb, o la relación entre el precio de los componentes/terminal es disparatada… Luego se quejan de las malas ventas del Samsung Galaxy S4. ¿Porque nos racanean con las conexiones en las placas base?, ¿Porque no bajan de una vez el precio de los discos duros? Las inundaciones pasaron hace mucho ¿No?, ¿Porque están subiendo artificialmente el precio de la memoria RAM? y no hablemos del precio de juegos, dlcs, drm… hay tantas cosas que mejor lo dejo aquí, para que no nos deprimamos todos.
Me parece una forma repugnante de premiar la confianza del cliente, y lo más gracioso de todo es lo poco que están afectando estas prácticas a los beneficios e imagen de estas compañías. ¿Somos todos una panda de fanboys atolondrados? ¿El dinero tampoco es tan importante?, o ¿Nos están comiendo el coco de mala manera a diario sin que nos demos cuenta? ¿A ver si los anuncios de internet y televisión van a ser más peligrosos de lo que pensamos? Lo digo porque mientras por un lado, se gastan miles de millones de euros anualmente, en sofisticadas campañas publicitarias destinadas a manipular nuestra voluntad de forma tan sutil, que no nos demos cuenta, para que no podamos resistirnos. Por el otro, nosotros recibimos sus tretas despreocupadamente, en nuestras propias casas y en nuestro tiempo libre, sin cuestionarnos la «información» recibida, porque nos aporta datos excluvisos sobre nuestras marcas favoritas sin tener que esforzarnos en buscarlos (y de forma gratuita).
Estoy seguro de que a algunos puede pareceros que no es para tanto, y que este artículo es una pataleta de niño rico, que lo quiere todo todo y todo, pero es que todavía no hemos tenido en cuenta que también se las apañan para ocultarnos lo que ellos desean que no sepamos. Y no solo los fallos de sus productos ¿y si hablamos de los basureros en el tercer mundo?, ¿de los suicidios en foxconn? principal fabricante iPhone, iPad, Kindle, PlayStation 3 y Xbox 360, o de la guerra del Coltán en Congo, y de que estas empresas son grandes evasoras fiscales por ejemplo… No esperéis que sean los medios de información que viven de la publicidad, o los partidos políticos que todos los años reciben importantes donaciones de estas empresas los que nos protejan de estas prácticas. Todo esto está pasando porque nosotros lo permitimos con nuestra actitud confiada y tonta ante la publicidad y porque no nos informamos correctamente antes de comprar. Afortunadamente opino que se acerca un gran cambio en el mercado, pero de eso hablaremos otro día.