Muchos estudios dicen que no se puede demostrar que las descargas afecten negativamente a las ventas, y creo que es por toda la publicidad gratuita que hacen. En la industria muchas veces se quejan de la gran cantidad de archivos descargados… como si cada libro, o cada canción fuera una venta perdida. Saben de sobra que cada descarga es una oportunidad de venta a largo plazo, pero saben también, que si pierden el control de lo que se publica y de la distribución, pierden el control de los precios, y eso es algo que quieren evitar a toda costa porque ganarían menos dinero.
Como usuario en cambio, el problema es que si al comprar una película además de sentirme timado por el precio (lo más importante por qué no decirlo), me cuelan los tráileres de otras 4 ó 5 que tengo que ver a la fuerza antes empezar, no se ve todo lo bien que debería porque el estudio la ha remasterizado o ripeado en plan chapucero (muchas veces se ve a aficionados hacerlo mejor que los «profesionales») y encima es muy complicado hacer copias privadas de un DVD que se va a degradar por el uso. Si cuando compro un videojuego, luego resulta que tengo que tener conexión a internet obligatoria, tengo que bajar parches porque está lleno de errores, tratan de colarme DLCs de pago de bobadas que deberían estar incluidos, o tratan de evitar que lo venda de segunda mano. Si cuando compro un libro en papel, la mayoría de los libreros no se atreven a fotocopiármelo por miedo a que les cierren el negocio. Si cuando descargo música o libros legales, solo sirven para el dispositivo en el que los he descargado, y no puedo pasarlos al ordenador o prestárselos a mis amigos sin «piratear» etc, etc, etc… muy animado a volver a comprar no quedo.
Resulta que tanta ruindad innecesaria, me indigna y me hace sentir indefenso. Siento que para la industria solo soy una vaca más a la que exprimir sin el menor respeto. Encima no tienen que moderarse porque saben que a través de embajadores, políticos, asociaciones y lobbies tienen poder para presionar al gobierno directamente una y otra vez, y que dada la situación de debilidad en que nos encontramos, tarde o temprano se saldrán con la suya. Con este panorama, no digo que piratear (sin ánimo de lucro) sea para ponerse una medallita, ya que de momento no requiere esfuerzo, no se corre ningún riesgo, y la mayoría de la gente lo hace por racanería, pero ¿A cuánto estarían los libros si no fuera por los piratas? ¿Es positivo que la gente tenga acceso a la información de forma gratuita para el país? ¿Por qué apoyar a quienes me perjudican con sus actos? ¿Por qué tiene el comprador que someterse a esos abusos para acceder a un bien universal? La industria ha convencido a muchos de que es imprescindible y de que la cultura (un bien universal que hace personas a los hombres) les pertenece , cuando en realidad se han convertido en su mayor problema. El desarrollo de la red lo ha cambiado todo, y deberían darse cuenta de que es hora de adaptarse o desaparecer.
Mientras no cambien sus políticas económicas, da igual que cierren 1, 5 ó 500 sitios de descargas, serán victorias pasajeras. Al final a consecuencia de sus aptos egoistas obtendrán como respuesta justo lo contrario de lo que desean. Todos bajemos muchas más cosas por miedo a no poder seguir haciéndolo al día siguiente y crearán una época de oro para los ciber-criminales. No me preocuparía que estos tiranos tuviesen lo que se merecen, si no fuera porque al no contar con la ayuda de los gobiernos para controlar sus fechorías, me temo que consumidores y autores nos convertiremos en víctimas colaterales mientras dure la batalla.
Si tuviesen un poco de respeto por las personas o por la cultura ya se habrían dado cuenta de que acabar con la piratería aunque no podría conseguirse de golpe, resultaría de lo más sencillo. Todos tenemos hambre de cultura, pero nos encontramos incómodos cuando hacemos cosas que pueden ser ilegales y tratamos de evitarlo. Lo malo es que el primer paso lo tienen que dar ellos, para que el consumidor sienta que merece la pena comprar, y hasta ahora solo han actuado de forma prepotente, pensado sólo en sus beneficios a corto plazo, para tener contentos a los accionistas.
Nota final: Para no hacer demasiado larga esta entrada, no he añadido mis consideraciones sobre los autores (que por supuesto tienen derecho a recibir ingresos por su trabajo de acuerdo con su calidad), y la gente ajena a la industria que se lucra del intercambio de archivos, de los que hablaré más adelante.
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Ya se de donde vienes… jeje ¿Podías echar una mano al compañero Arras con la noticia?
Pongo una noticia relacionada con esta entrada, en la que se ve hasta que punto los gobiernos se han posicionado del lado de la industria: http://www.eldiario.es/zonacritica/Contestando-presidenta-Comision-Sinde-bloqueo_6_117998229.html
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