Es sorprendente lo mal que se han tomado algunas personas, que me haya negado enseñarlas una foto mía o a darlas mi nombre. Entre blogueros es una cosa completamente normal, pero para la gente de las redes sociales, al compartir ellos sus nombres (fotos, lugares de trabajo, cumpleaños, familiares..) parece ser que es algo que levanta muchas sospechas y indignación. Empecé mi defensa tratando de explicarles que yo no tengo nada que ver en su decisión de compartir sus datos, y que saberlos no me beneficia en nada, pero en la mayoría de los casos no fue suficiente. Para evitar nuevos malentendidos, y dejar de repetir las mismas explicaciones una y otra vez en el futuro, he decidido crear esta entrada explicando a mi manera, porque he decidido ser anónimo:
❶ Me gustaría pensar que se valoran mis artículos por su calidad, no por si soy hombre o mujer, por si peso 200 kg, tengo 15 años, soy asiático o estoy cañón. No quiero vender humo, no importa quién sea yo, lo que importa es lo que cuento, y cómo lo cuento. Por otra parte ¿Qué es una triste fotografía, o un nombre, al lado de mis mejores ideas, mis gustos o mi forma de ver la vida? ¿De verdad no es suficiente?
❷ A corto plazo habría sido genial comentar a todos mis amigos, conocidos y familiares la existencia de este blog. Estoy seguro de que ahora tendría como mínimo unos 200 seguidores, que me dirían de vez en cuando lo buenos que son mis artículos y cuanto les han gustado. Pero considero contraproducentes estos apoyos artificiales, porque a pesar de sus buenas intenciones, harían más difícil para mi saber que debo corregir, si merece la pena seguir con el proyecto, o en qué dirección debo encaminarlo. Para mi es fundamental, estar seguro de que los comentarios recibidos, están enfocados hacia el contenido del blog, y no tienen ninguna componente personal.
❸ Todos sabemos que es mucho más impactante recibir críticas en persona que por internet, sobre todo al principio, cuando estas empezando y no tienes un estilo definido. La ilusión es el motor de este proyecto, y todavía no tengo la suficiente confianza en mí mismo como escritor, para arriesgarme a que me roben ni un poquito. Más adelante, si el blog progresa, y logro dar con un grupo de personas que valoren lo que hago y me ayuden a mejorar, posiblemente me avergüence un poco de este párrafo, pero de momento es así como me siento.
❹ Si yo fuera periodista, sicólogo, tuviese una tienda de informática, o vendiera algún producto, podría ser muy interesante para diferenciarme de mis competidores, tener un blog y tratar de que todo el mundo lo sepa (de hecho es algo muy común). Pero yo soy ingeniero, y no estoy seguro de la impresión que podría causar este proyecto en mi entorno laboral. Podría gustar, pero no creo que sea el momento apropiado para tentar a la suerte.
❺ Lógicamente el anonimato me obliga a renunciar a algunas cosas, pero no me impide tener mi propia personalidad 2.0 y diferenciarme del resto de caritas sonrientes que se pueden encontrar en las redes. Tengo la posibilidad de reinventarme, de salir de mi cuerpo y ver las cosas desde un punto de vista diferente, para experimentar nuevas sensaciones, y aunque para seros sincero todavía no tengo muy claro cómo hacerlo, me parece una posibilidad muy estimulante.
Si has llegado hasta aquí, y todavía no estás convencido de en el fondo solo estoy tratando de ser lo más honesto posible, tan solo te puedo pedir un poco de respeto, y un poco de paciencia. Acepta como ofrenda de paz, este vídeo que creo que tiene mucho que ver con lo que trato de explicar y conmigo mismo, aunque lo cuente de otra forma: Todo es cuestión de confianza entre vosotros y yo, y de buscar nuestro propio camino, y «nada más importa».